Hace poco leí un post sobre algunas afirmaciones de Patanjali, el gran sabio del yoga. Algún día os hablaré con más detalle sobre él y sobre los Yoga Sutras, un texto fundamental que explica, entre otras cosas, el camino hacia el Samadhi(estado de conciencia plena).
Hoy quiero retomar ese post para explicar algunos conceptos que os pueden resultar muy interesantes.
En una clase de yoga siempre escucharás hablar de asana (postura). Cada una tiene su nombre en sánscrito, aunque a veces los profesores las traduzcan al español. Permanecer en una asana no se trata solo de "hacer la postura", sino de quedarse en ella con atención plena. - ( sigue abajo)
La práctica constante, que nos da comodidad y confianza en el cuerpo.
La atención en un punto concreto (bindu), lo que permite que el esfuerzo físico y mental disminuya.
Este último aspecto está muy relacionado con el término Dharana, que significa atención plena o concentración. Dharana es la capacidad de enfocar la mente en un solo punto, sin distraerse con pensamientos inútiles que solo nos generan ruido.
Por eso, antes incluso de trabajar el cuerpo, es esencial educar la mente. Aprender a detener esa tendencia a acumular preocupaciones o a dejarse llevar por pensamientos que no pertenecen al momento presente.
El presente es el gran protagonista de la práctica de yoga.
Decimos que el yoga es un camino para comprender la vida y aprender a vivirla con menos sufrimiento. Esto no significa que nos volvamos insensibles o pasivos, sino que adquirimos herramientas para afrontar las dificultades, aliviarlas y aclarar la mente cuando parece atrapada.
El yoga no es únicamente físico ni mental: también es espiritual. Es una disciplina milenaria que podemos aplicar en nuestro día a día, ayudándonos a vivir con menos estrés, menos agobio y más serenidad.
Y este es solo el comienzo. El yoga nos ofrece un sinfín de herramientas para mejorar tanto por fuera como por dentro. Por eso os animo a experimentar esta práctica. De verdad, vale la pena.
🙏✨ Namasté