Los tiempos han cambiado. Nos guste o no, este virus ha transformado nuestra forma de vivir, relacionarnos y también de practicar. Desde hace más de un año estamos construyendo nuevos hábitos y costumbres, algunos adoptados por elección y otros impuestos por normas y restricciones.
Lo más duro, sin duda, ha sido mantenernos a distancia: sin abrazos, sin charlas cercanas, sin sonrisas compartidas. Y, en el caso del yoga, sin la posibilidad de dirigir una clase sintiendo la presencia del grupo, mirando a los ojos a cada alumno o dando un ajuste con la voz y con las manos. Eso, que antes era natural y cotidiano, hoy parece todavía lejano.
Me pregunto: ¿de verdad nos acostumbraremos a esta nueva forma de relacionarnos? ¿Será tan sencillo aceptar este cambio, aunque ya lo estemos viviendo día a día?
Por mi parte, echo mucho de menos esas clases presenciales donde la energía se funde y se expande, donde la mirada y el contacto fortalecen la relación entre maestr@s y alumn@s.
Las clases online tienen su lado positivo, eso sí. Nos permiten ahorrar tiempo, evitar el tráfico, reducir gastos y contaminación, y organizarnos con más eficiencia. Pero también dejan al margen esa parte humana y energética que solo se siente en un espacio compartido.
Creo que es un tema muy actual y me encantaría abrir un debate aquí:
👉 ¿Qué beneficios encuentras tú en las clases online?
👉 ¿Qué es lo que más echas de menos de las presenciales?
Es importante que compartamos nuestras experiencias y pensamientos, porque cada visión es única y puede enriquecer a los demás.
Por último, hay un aspecto que me inquieta: el futuro de las clases presenciales. ¿Será necesario vacunarse o usar mascarilla para poder volver a una sala? ¿Qué pasará con esa libertad de decidir? En yoga, la respiración es esencial, y resulta difícil imaginar una práctica profunda con mascarilla.
No tengo todas las respuestas, pero sí una certeza: necesitamos reflexionar juntos, mantenernos despiertos y no dejar que otros decidan por nosotros qué hábitos o costumbres adoptar sin cuestionarlos.
✨ Te invito a dejar aquí tu comentario:
¿Cómo estás viviendo esta etapa de cambios?
¿Qué piensas sobre el futuro de nuestras clases?
Me encantará leerte y responderte.
🙏 Namasté
Querida Ari.
ResponderEliminarSon pocas las clases presenciales que pude compartir contigo. La verdad es que me he acostumbrado a apartar la mesa del comedor para tener más espacio y hacer las clases contigo mirando el ordenador. Algunas veces pienso que en una clase presencial podría aprender más porque tú podrías ayudarme. Pero ésta es la realidad que vivimos ahora y la tecnología nos da la posibilidad de poder seguir haciendo cosas de otra manera..., pero las podemos seguir haciendo. Yo veo que en cada clase que hago voy mejorando un poco más y para mi ésto ya es probechoso.
En cuanto a la vacuna aun faltan muchos meses para que nos toque a nosotras, ya decidirás en su momento. De momento, yo intento vivir el día a día. Y si de algo me ha servido este confinamiento es para aprender a no hacer planes a largo plazo. Vivo día a día e intento adaptarme a lo que sucede sobre la marcha y tan bien como pueda.
Como las cosas se ponen mejor, tengo pensado de buscar lugar para las nuestras clases y así darla en vivo. ¡¡Estamos al cuanto!! Me alegra que igual te están yendo muy bien. ¡Eso para mí es superimportante Gemma!
EliminarUn momento muy importante para expresar con muchisima fuerza todo lo que sentimos. Me gusta tu forma de expresarte, naturalidad, emociones. Ante todo con amor, confianza, valentía. Somos personas y decidimos por lo que sentimos. Continua con tu blog! Me encanta!
ResponderEliminarArkaitz, muchas gracias por darme muchos ánimos, se agradece.
EliminarMuy interesante! Yo espero que ni vacuna obligada, ni yoga con mascarilla, ni obligación a la clase online. En un futuro quisiera volver a lo de antes....desplazarse no es malo....te prepara mentalmente, caminar también es bueno, y tomar el aire o el sol también. Pero es posible que tengamos que reducir mucho los grupos en las presenciales.
ResponderEliminarPor supuesto Elena, es bueno caminar, más salud y menos contaminación. Algunos Centros empezaron ya a tomar medidas de distancia para poder hacer clases presencial. Por mi cuenta, si no me sale algo extra, voy dando mis clases online que con el buen tiempo puede que pasen ser al aire libre.¡Ya veremos!!
Eliminar¡Buenas Arianna! Me ha gustado mucho tu reflexión y me parece súper interesante. Estoy de acuerdo con lo que dices. Llegados a este punto, creo que la mayoría nos estamos dando cuenta de las contradicciones que hay respecto a esta tema y que nos hacen dudar de si realmente es tan grave la situación que estamos viviendo o si nos lo están pintando como algo muy grave debido al miedo que nos quieren transmitir los medios. Está claro que la gente se cree lo primero que escucha sin informarse de otras fuentes, si la gente se informara más, quién sabe, a lo mejor no estaríamos en esta situación y no dejaríamos que nos trataran como besugos del sistema. Lo que tengo claro esque nos ha cambiado por completo en nuestras vidas porque nos ha impulsado a cambiar nuestros hábitos, a adaptarnos a la situación y por supuesto siempre buscar mejoras para habituarnos lo mejor posible. No es lo mismo dar una clase de yoga presencial donde sientes la energía de los demás que una clase virtual, pierde mucho. Así que vamos a buscar soluciones para que sea lo más parecido a una clase presencial y poco a poco todo irá mejorando, esperemos!!
ResponderEliminarMuchas gracias Judith por tu comentario, sí, seguro habrá un progreso también está claro que ahora haremos más uso de ordenadores, móvil y tablet para ofrecer y promocionarnos un poco. Por lo que reguarda los medio, hay que empezar a dirigir la mirada donde podemos también aprender a pensar para no comernos demasíado el coco con tanta información.
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